Destacamos el papel fundamental del arte como herramienta para el desarrollo integral de las personas, especialmente en el ámbito educativo. Desde la creación artística como motor de la innovación y la generación de conocimiento, hasta las prácticas artísticas participativas que fomentan la inclusión social, el arte se revela como un vehículo poderoso para estimular la creatividad, el pensamiento crítico y la empatía.

La cultura y los espacios Maker se erigen como entornos propicios para la experimentación y el aprendizaje activo, especialmente en las áreas STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas). Estos espacios, junto con los museos de arte contemporáneo, se convierten en laboratorios de innovación educativa, donde docentes y estudiantes pueden desarrollar proyectos creativos y colaborativos.

La educación artística va más allá de la mera transmisión de conocimientos técnicos. Se posiciona como una herramienta clave para promover la salud mental y la inclusión social. La arteterapia, por su parte, ofrece un marco teórico y práctico para abordar diversas problemáticas a través de la expresión artística.

En definitiva, estas líneas de investigación subrayan la importancia de integrar las artes en todos los niveles educativos, desde la primera infancia hasta la formación de docentes. Al hacerlo, se contribuye a formar ciudadanos más creativos, críticos y comprometidos con su entorno, capaces de enfrentar los desafíos de un mundo cada vez más complejo y diverso.